Dionel Vecchini
11-Mar-2025 – Seattle, WA.
CIUDAD DE MÉXICO – El Seattle Sounders cayó 4-1 ante Cruz Azul y quedó eliminado de la Concacaf Champions Cup en una noche donde el equipo no consiguió respuestas. El partido, disputado en el Estadio Olímpico Universitario, mostró algunos claros en las tribunas. Sin embargo, los fanáticos cementeros se hicieron sentir durante los 90 minutos.
Las lesiones complicaron aún más el plan del Sounders, que tuvo que improvisar sobre la marcha. Paul Arriola sufrió una lesión en la rodilla al final del primer tiempo y tuvo que ser retirado en camilla. En la segunda mitad, Jordan Morris se desgarró y tuvo que salir en el peor momento posible, apenas un minuto después de que Jesús Ferreira fuera sustituido. Cruz Azul repitió la presión en mediocampo que le dio éxito en Seattle, impidiendo nuevamente el flujo del balón de los visitantes.
Más allá de las lesiones que condicionaron el plan de juego, es cuestionable si el Sounders tuvo en algún momento una oportunidad real en este partido. El mediocampo volvió a verse ahogado por la presión de Cruz Azul, y no pudo generar juego ni peligro. Albert Rusnák, fue neutralizado durante la mayoría del encuentro, mientras que Obed Vargas, visiblemente frustrado por el juego físico del cuadro cementero, rozó la expulsión al tomar represalias ante las faltas del Cruz Azul.
Dominio Local
Cruz Azul se asentó rápidamente en la cancha, generando hasta tres remates peligrosos sobre el arco de Frei y encendiendo a su afición con el rugido de “¡Azul, Azul!”. Willer Ditta, confiado, se sumaba constantemente al ataque, y al minuto 33, un cabezazo pegado al palo izquierdo de Frei le dio a Cruz Azul una ventaja que ya no perdería en el resto del encuentro.
El 58’ fatídico
En el minuto 58, Ferreira tuvo en sus pies la jugada que pudo cambiar la serie. Paul Rothrock logró escaparse de Ditta, quien había estado impecable hasta ese momento, y envió un pase preciso al punto penal. Ferreira, con todo a su favor, la mandó por encima del arco de Kevin Mier. Fue su última acción en el partido. Seis minutos después, Brian Schmetzer decidió sustituirlo por Danny Leyva.
Pero el golpe más duro llegó apenas un minuto después. Jordan Morris, pieza clave en el ataque de Seattle, sufrió un desgarro muscular y tuvo que abandonar el campo en el peor momento posible. Con su salida, Schmetzer se vio obligado a realizar otro cambio, enviando a Danny Musovski a la cancha.
El desgaste de Morris ha sido notable. Es un delantero que depende de su velocidad y explosividad en los espacios, y hasta este partido había disputado todos los encuentros del Sounders en la temporada.
Ida y Vuelta en el 70’
En el minuto 70, Cruz Azul tomó ventaja luego de un penal cometido por Paul Rothrock, bien ejecutado por Ángel Sepúlveda, lo que obligaba al Sounders a marcar dos goles. Sin embargo, tan solo tres minutos más tarde, el partido revivió cuando Rothrock enmendó su error con un cabezazo que terminó en el descuento de Seattle en los pies de Musovski. 2-1, y de repente, la eliminatoria no parecía tan resuelta como algunos daban por hecho.
Con el 2-1 y el Sounders volcado al ataque, Brian Schmetzer dio ingreso a Georgi Minoungou y Kalani Kossa-Rienzi en el 79’. Seattle tuvo un par de minutos sobre el área mexicana, pero la defensa de Cruz Azul mantuvo la compostura y no permitió ocasiones claras. En los minutos finales, Luka Romero aprovechó una jugada rápida que dejó descolocada a la defensa visitante y puso el 3-1. Cruz Azul sellaría el 4-1 con un derechazo de Jorge Sánchez tras una asistencia de Carlos Rodríguez, la figura del partido.
Cruz Azul ahora espera al ganador entre América y Chivas para conocer su rival en los cuartos de final, mientras que el Sounders deberá replantearse varios aspectos de cara al futuro.
Seattle recalculando
El equipo tiene muchas decisiones por tomar. La lesión de Paul Arriola es preocupante, Morris estará fuera por un tiempo y De la Vega sigue en recuperación. Con pocas opciones en ataque, Schmetzer deberá exprimir al máximo la plantilla, ajustar las rotaciones y, quizá, solicitar refuerzos a la directiva, especialmente en la delantera.
Más allá de las individualidades, Seattle necesita replantear su esquema ofensivo. Depender exclusivamente de la movilidad y el sacrificio de Morris ha demostrado ser un riesgo. Sin variantes, noches como esta podrían repetirse en lo que resta de temporada y atentar contra las aspiraciones del club.
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