Dionel Vecchini
Seattle, WA.
11-Feb-2025
NEW ORLEANS, Louisiana, 8 de febrero de 2025 – Una vez más ha llegado ‘El Gran Juego’. En casa, todo está listo para disfrutar, una vez más, del Super Bowl. Como venezolano, no crecí cercano al fútbol americano, pero desde el momento en que lo descubrí, no pude despegarme de él. Parece que fue ayer cuando alguien me explicó el significado de la línea amarilla que vemos en la televisión. Hoy, tengo el privilegio de escribir sobre las incidencias del evento más visto del año.
Un Lugar En La Historia
En este 2025, estábamos a las puertas de un hecho histórico, único no solo para mí, sino también para el mundo del fútbol americano. Patrick Mahomes y los Kansas City Chiefs buscaban su tercer Super Bowl consecutivo, algo nunca visto y solo comparable con los conseguido por los Green Bay Packers, quienes fueron campeones tres veces consecutivas, aunque en una era anterior el formato actual del Super Bowl.
Con esto en juego, las comparaciones entre Mahomes y Tom Brady por el trono del ‘GOAT’ estaban a la orden del día. Incluso para los más osados, Mahomes ya pisaba el territorio de Su Majestad, Michael Jordan.
El espectáculo estaba listo para comenzar en New Orleans. Mientras tanto, ajusto los últimos detalles: preparo mi computadora, dejo el control remoto lejos para no poder tropezarlo y cambiar el canal, y, sí, no resisto la tentación de pagar para verlo en 4k. ¿Qué más da? Es el magno evento, ‘The Big Game’, es el Super Bowl.
Empiezan las introducciones de ambos equipos, con Kansas City tomando el micrófono primero. Para mi sorpresa, el presentador es recibido por los silbidos de los fanáticos. Parece afectado y, en un intento por neutralizar el desprecio de los espectadores, pierde la voz por un momento. La presentación se cierra con el público entonando el icónico cántico de los Chiefs, el ‘Tomahawk Chop’.
Seguidamente se presentan los Philadelphia Eagles. Por alguna razón, la euforia que se desató en los abucheos hacia Kansas City, no se trasformó en apoyo a los Eagles. Era como si la verdadera motivación de los fanáticos fuera simplemente mostrar su rechazo hacia la posible dinastía de los Chiefs. Con esto, quedaba claro que Kansas City jugaría de visitante el Super Bowl LIX.
Por supuesto, más comerciales, y aprovecho para repasar las armas y motivaciones de cada equipo. Philadelphia llegaba a El Gran Juego de la mano de su corredor Saquon Barkley, quien, en su primer año con el equipo, estaba a punto de romper el récord de yardas en una temporada. Recientemente coronado Jugador Ofensivo del Año, Barkley había sido una pieza clave para los Eagles en Playoffs, pero, además, cargado de una motivación personal y un deseo de redención, tras haber sido forzado a la agencia libre por su ahora archirrival y exequipo, los New York Giants.
Por su parte, Jalen Hurts también buscaba revancha, después de que Mahomes le quitara el dulce de la boca en la última posesión del Super Bowl de 2023, en una jugada polémica en la que Kansas City, estratégicamente, se detuvo a centímetros de la anotación para consumir el reloj y asegurar la victoria.
Mientras tanto Kansas City sembraba sus esperanzas en la ya histórica dupla Mahomes-Kelce y en su entrenador Andy Reid. Reid, considerado un genio ofensivo, llegaba a este Super Bowl en el mejor momento de su carrera, consolidándose como uno de los mejores coach de todos los tiempos y decidido a ponerle la guinda a su extensa trayectoria con un inédito 3-Peat.
Comienzan los eventos preliminares, las caras de los protagonistas reflejan la impaciencia, los nervios y las ganas de que empiece el partido. Pero antes, llega el momento de hacer una pausa para uno de los momentos más emblemáticos del año: el himno nacional. Tan pronto comienzan las notas, las caras de inquietud se transforman en expresiones de esperanza, orgullo y un profundo sentimiento de realización.
La imagen del presidente electo saludando a la bandera, junto con los ‘Marines’ sobrevolando el ‘Caesars Superdome’ de New Orleans, refleja que el fútbol americano es mucho más que un juego, y que el Super Bowl es mucho más que una final. Es la celebración máxima de la cultura de un país y el momento de enaltecer el orgullo por un deporte que forma parte de su identidad. Es la oportunidad de presentar a su hijo pródigo, el ‘football’, al resto del mundo. Al finalizar el himno, y con lágrimas en los ojos de muchos, todo está listo para el lanzamiento de la moneda.
Kansas City gana el sorteo y elige patear.
La Batalla en el Campo
Philadelphia comienza a la ofensiva en la primera mitad, y la polémica no tardó en llegar. En su primera serie ofensiva, los árbitros, cuestionados durante toda la temporada y especialmente en estos playoffs por supuestamente favorecer a Mahomes, señalan una interferencia ofensiva de A.J. Brown. La decisión obliga a Philadelphia a despejar, evitando que se adelanten en el marcador.
En cualquier otro partido, esto habría pasado desapercibido. Sin embargo, debido a la presión previa sobre los árbitros y la narrativa de que favorecen a Mahomes, esta decisión fue más importante de lo que se pensaba y, sin duda, quedó en la mente de los oficiales.
Tanto fue así que, luego de un 3-y-fuera para los Chiefs, en la segunda serie ofensiva de los Eagles, los árbitros compensaron con un dudoso pañuelo que le otorgó un 1ro y 10 a Philadelphia. Ahora, con los árbitros fuera de la ecuación, solo quedaba fútbol por delante.
Por Kansas City, la defensiva se mostró sólida frente al juego terrestre, limitando a Barkley a poco o nada, algo clave para mantener vivas las esperanzas de victoria. Sin embargo, no tuvo respuesta para Hurts, quien tomó las riendas de la ofensiva, especialmente por tierra, liderando a su equipo con 72 yardas y 1 anotando un touchdown con su famoso ‘QB Push’. La ofensiva de los Chiefs, por su parte, desapareció por completo, neutralizada por una defensa implacable de los Eagles. Philadelphia forzó tres 3-y-fuera, dos intercepciones (incluyendo una para touchdown), un balón suelto y seis capturas. En estas condiciones, ni siquiera una leyenda como Mahomes tiene respuestas.
Las caras de las tres figuras de los Chiefs – Mahomes, Reid y Kelce – reflejaban la realidad del campo: el equipo no estaba en el juego, se mostraban incómodos y sin respuestas ante los Eagles. La combinación Mahomes-Kelce no estaba aceitada, con pases desincronizados y Kelce soltando balones que anteriormente eran pases seguros. Kansas City dependió de las escapadas de Mahomes para llevar peligro, pero no fueron suficiente para cambiar el destino de los Chiefs en New Orleans.
Corría el tercer período, y la defensa de Eagles forzó a Kansas City a perder el balón en cuarta oportunidad. Con el marcador 27-0 y 2:47 por jugar en el tercer período, los Eagles olieron sangre. Desde el medio campo, Hurts lanzó un pase explosivo y profundo a DeVonta Smith. A la yugular… ¡Touchdown! 34-0 y Buenas noches.
A partir de este momento, con un Kansas City desganado y sin energía, la mesa estaba servida para que Philadelphia corriera el balón con Barkley y consumiera el resto del reloj.
Cerca del final del tercer cuarto, Mahomes logró, por primera vez, cruzar a campo rival. Algo impensado para un equipo con el poderío ofensivo Kansas City y para cualquiera dirigido por Andy Reid. Finalmente, con una defensa de los Eagles más permisiva, Mahomes mostró algo de su magia y consiguió tres touchdowns para maquillar un marcador que no refleja el completo dominio de Philadelphia.
Final: 40-22, Gatorade amarillo sobre Nick Sirianni y a celebrar.
Momento de Redención
Con esta victoria, los Philadelphia Eagles lograron redimirse de su dolorosa derrota ante Kansas City en el Super Bowl 2023. No solo demostraron un dominio absoluto sobre los campeones, sino que frustraron su intento de alcanzar el tan ansiado 3-peat. Liderados por un Jalen Hurts nombrado MVP y respaldados por una defensa impecable, los Eagles superaron las actuaciones discretas de Saquon Barkley, neutralizado por tierra, y de A.J. Brown, quien apenas registró tres recepciones.
Jalen Hurts, quien mantuvo una fotografía de la derrota de 2023 como fondo de pantalla en su teléfono, usó ese fracaso como motivación para llegar a este momento. ‘Tomé cada experiencia y aprendí de ella’, declaró. También felicitó a sus compañeros y reafirmó una máxima del fútbol americano: ‘La defensa gana campeonatos.’
Saquon Barkley, dejado libre por los New York Giants, selló una temporada de récord en su primer año con los Eagles, demostrando a su antiguo equipo el error que cometieron al dejarlo ir. Por su parte, A.J. Brown, quedará en el recuerdo por su conexión con el libro ‘Inner Excellence’ al que atribuyó su evolución como jugador, ayudándole a adoptar un enfoque más mental que físico: ‘Ya tenía lo necesario físicamente, pero necesitaba fortalecerme mentalmente.’
El técnico de los Eagles no se quedó atrás en sus elogios: ‘Este es el mejor deporte de equipo que existe… no puedes ser grande sin la grandeza de los demás.’ Visiblemente conmovido, agradeció a Jesús y cerró la noche deletreando junto a su familia el famoso: ‘E-A-G-L-E-S’ consolidando el triunfo y la redención de los Philadelphia Eagles.
Discover more from ¿Cuál Podcast?
Subscribe to get the latest posts sent to your email.