Dionel Vecchini
17-Mar-2025
SEATTLE, WA – El Seattle Kraken batalló hasta el final, pero no pudo concretar la victoria y cayó 3-2 en tiempo extra ante los Winnipeg Jets, en un partido vibrante que marcó el regreso de Brandon Tanev a Seattle.

En una noche de domingo alusiva a St. Patrick’s day, el Climate Pledge Arena se vistió de verde para apoyar los Kraken, que buscaban su tercera victoria consecutiva tras la fecha de traspasos, un período que dejó nuevas caras en la plantilla. Uno de estos movimientos fue la salida de Brandon Tanev, que hoy volvía al hielo de Seattle, esta vez como titular del equipo rival.
Un regreso sin reservas
Apenas habían transcurrido seis minutos cuando Tanev protagonizó una fuerte jugada contra Shane Wright, enviándolo de cabeza contra el vidrio cerca de la zona de penalidad. Ambos compartieron vestuario por tres años, pero eso no impidió que Tanev desplegara la intensidad que lo convirtió en un favorito en Seattle. Quedó claro que no tendría concesiones con sus excompañeros. “Eso es lo que Brandon [Tanev] le dio al equipo durante los últimos cuatro años: energía, velocidad, juego físico y tenacidad”, comentó el técnico de los Kraken, Dan Bylsma.
Seattle golpeó primero. Al minuto 9:58, Jani Nyman aprovechó un Power Play y marcó su segundo gol en tres juegos con el primer equipo. “Ese gol nos dio impulso. Es bueno ver a Jani Nyman marcar de nuevo en casa. Estamos viendo una buena muestra de su potencial”, señaló Bylsma.
El Kraken aumentó la ventaja a los 15:23 con una gran acción de Michael Eyssimont, quien, tras recibir un pase por la izquierda, esquivó a un defensor y definió cruzado en lo que fue uno de los mejores goles de la noche. “Nos da velocidad, profundidad y energía”, destacó el entrenador sobre la nueva adquisición del club.
Sin embargo, la respuesta de Winnipeg no tardó en llegar. A falta de 15.7 segundos para el final del primer período, los Jets descontaron y mantuvieron el juego vivo con el 2-1.
Intensidad hasta el final
El segundo período fue parejo, con Seattle sin poder capitalizar un Power Play clave. Winnipeg, en cambio, capitalizó un error en salida del Kraken: un robo y un pase profundo a la derecha tomaron desprevenida a la defensa, permitiendo que Kyle Connor marcara el empate.
El partido se convirtió en un toma y dame, con una afición de Seattle que sintió el peso del momento: su equipo, con caras nuevas, estaba jugando de tú a tú contra el equipo con el mejor récord de la temporada. “Es la tercera vez que nos enfrentamos. Todos han sido buenos juegos, con mucho ida y vuelta”, reconoció Bylsma. “Son el mejor equipo de la liga y cada uno de los tres juegos que jugamos contra ellos, dos se fueron a tiempo extra y uno lo perdimos en el último minuto. Son el equipo ‘a vencer’ ahorita y estamos ahí con ellos”, agregó.
Con el marcador empatado, Daccord emergió como figura. Seattle resistió dos Power Plays en contra y generó múltiples oportunidades, incluidas llegadas claras de Adam Larsson y Jared McCann, pero sin fortuna. En los últimos 12 segundos del tiempo reglamentario, Winnipeg lanzó dos remates peligrosos, pero Daccord evitó la derrota y envió el partido a tiempo extra.
Ya en la prórroga, el Kraken no pudo aprovechar su primera posesión y, tras un par de intercambios, Winnipeg recuperó el disco y tejió una rápida jugada que culminó con un pase de la muerte para Dylan Samberg, quien sentenció la victoria para los visitantes.

“Siempre hay espacio para mejorar cuando el resultado dice que no ganaste el juego”, reflexionó Bylsma.
Más allá de la derrota
Seattle mostró una buena versión a pesar de la derrota. Con la presión de la postemporada disipada, el equipo simplemente está jugando hockey. Y eso se nota. La afición también lo entiende: ya no se trata solo de ver si pueden competir o de ganar a toda costa, sino de demostrar que la nueva plantilla tiene identidad y futuro.

El regreso de Tanev encapsula la esencia del hockey: un deporte donde la lealtad al juego, la competencia y la entrega son permanentes. Un jugador que hace apenas unas semanas era parte de la familia Kraken no dudó en lanzar a un excompañero contra el cristal, mientras Seattle salió a defender al suyo, viendo a Tanev como un rival más. La afición lo entiende y lo aprecia. Cuando las cámaras enfocaron a Tanev para rendirle homenaje por su paso por Seattle, los mismos fanáticos que abuchearon el golpe lo ovacionaron, recordando la entrega que le dio al equipo y al deporte. Porque en el hockey, competir no significa odiar. La lucha por la Stanley Cup es precisamente eso: respeto al juego, respeto a los rivales y respeto a la competencia.
Ese es el hockey.
Discover more from ¿Cuál Podcast?
Subscribe to get the latest posts sent to your email.