La Última Esperanza de Seattle Mariners

Dionel Vecchini

Seattle, WA.

30-Aug-2024

De Líderes a Luchadores

Septiembre, el último mes de la temporada regular de la MLB, marca el momento decisivo para definir los cupos a la postemporada. Para los Seattle Mariners, este mes es crucial para redimirse tras perder el liderato de la División Oeste frente a los Houston Astros. El 19 de junio, bajo la dirección de Scott Servais, Seattle lideraba la división con una ventaja de 10 juegos, gracias a un sólido picheo y un juego caracterizado por la lucha y el corazón en cada partido. Sin embargo, la falta de ofensiva y los problemas en el bullpen hicieron que esa ventaja se evaporara rápidamente, poniendo en peligro sus aspiraciones de clasificación.

Para recuperar terreno, los Mariners adquirieron a Justin Turner y Randy Arozarena, buscando revitalizar su alineación. Sin embargo, el efecto duró poco, y los bates no respondieron. Además, las lesiones de figuras como Julio Rodríguez y J.P. Crawford desencadenaron una serie de eventos que terminaron con la salida de Scott Servais tras una dolorosa barrida ante Los Angeles Dodgers.

El Cambio de Timón: Dan Wilson al Mando

Después de nueve temporadas al frente del equipo, la directiva de los Mariners decidió despedir a Scott Servais, quien fue clave para romper la sequía de 21 años sin playoffs. Servais dejó un legado marcado por la construcción de una rotación sólida, considerada una de las mejores, si no la mejor, de las Grandes Ligas. Sin embargo, la inconsistencia de su juego y una ofensiva muy pobre llevaron a la gerencia a buscar su reemplazo. Servais se despide con un récord de 680-642 (.514) y un banderín de ‘Wild Card’ en el techo del T-Mobile Park. Su salida, abrió la puerta a una nueva era bajo la dirección de Dan Wilson.

Wilson, ex receptor y miembro del Salón de la Fama de los Mariners, tomó el mando con el equipo en 64-64, a 5.5 juegos de los Astros en la División Oeste y 7.5 juegos del tercer comodín. Desde entonces, el equipo ha logrado un récord de 4-2 y está a 4 juegos de Houston en la lucha por la división. Wilson estabilizó la ofensiva con un trío clave: Julio Rodríguez, ya recuperado, como segundo bate; Cal Raleigh, ambidiestro, como tercero; y Randy Arozarena como cuarto bate.

La llegada de Edgar Martínez como coach de bateo ha impulsado a los bates de Seattle. La presencia del miembro del Salón de la Fama, quien tiene un premio nombrado en su honor, ha motivado a veteranos como Justin Turner a buscar su consejo antes de cada turno al bate. Desde su llegada, el diferencial de carreras de los Mariners subió a +8, reflejando su impacto positivo en la ofensiva.

Wilson ha implementado un estilo de juego más agresivo. Los Mariners han robado 10 bases en 12 intentos, lo que ha facilitado la creación de carreras. Además, Wilson ha dado oportunidades a bateadores zurdos como Luke Raley y Josh Rojas para enfrentar a lanzadores de esa mano, una estrategia poco común bajo el mando de Servais. Por su parte, Mitch Garver, que había sido el bateador designado (DH) durante gran parte de la temporada, ahora es el receptor suplente, permitiendo que Mitch Haniger y Justin Turner ocupen la posición de DH. Andrés Muñoz ha sido designado como cerrador clásico, entrando en el 9no inning para salvar juegos.

Estos ajustes han revitalizado la esperanza de los Mariners en la lucha por la división. Con la temporada regular llegando a su fin, el equipo debe mantener este nivel si desea superar el desafiante calendario que les espera en su camino a la postemporada.

El Calendario: Un Desafío en Casa y en la Carretera

Con la revitalización del equipo bajo la dirección de Wilson, los Mariners se enfrentan ahora a un calendario decisivo que determinará su destino en la postemporada. Para mantener vivas sus esperanzas de postemporada, los Mariners deben comenzar septiembre con una barrida ante Los Angeles Angels, lo que los colocaría con un récord de 71-66 con 25 juegos por disputar. De estos, 12 serán en el T-Mobile Park de Seattle y 13 serán de visita, incluyendo una serie crucial contra Houston Astros.

La clave está en que Seattle pueda mantener su fortaleza de local, donde enfrentará sus mayores desafíos. Primero, dos juegos ante San Diego Padres, un equipo en puestos de comodín y que lucha por asegurar la ventaja de localía si logran asegurar su boleto en el ‘Wild Card’. Luego, se enfrentarán a Texas Rangers, los actuales campeones, que, aunque fuera de competencia, buscarán darle un tropiezo a los Mariners, luego de que fueran barridos la última vez que visitaron T-Mobile Park. Dicha barrida fue curiosamente el clímax de los Mariners, quienes desde entonces no han podido mantenerse a tope. Finalmente, cerrarán contra los New York Yankees, quienes luchan por ganar su división y el mejor record de todo el béisbol.

Fuera de casa, el calendario es menos intimidante, comenzando con una serie de cuatro juegos en Oakland seguida de tres en St. Louis. Ambos equipos sufren problemas de rendimiento y baja asistencia de público. En el caso de los Cardinals, están experimentando protestas de su afición, lo que ha llevado a la venta de entradas a precios simbólicos.

El Camino a la Postemporada: Escenarios y Estrategias

La serie clave se disputará en Houston del 23 al 25 de septiembre. Para entonces, los Mariners necesitarán estar a tres juegos o menos de los Astros, con la esperanza de superarlos con una barrida.

Si Houston mantiene un ritmo ganador de 12-10, llegarían con un récord de 84-72 al inicio de la serie contra Seattle. Por lo tanto, Seattle necesita jugar para al menos 13-9, alcanzando un récord de 81-75 y así mantener vivas sus esperanzas de clasificación.

Por ejemplo, Seattle podría obtener los siguientes resultados:

· en L.A. Angels: 2-1

· en Oakland A’s: 2-2

· en St. Louis Cardinals: 2-1

· vs. San Diego Padres (Seattle): 1-1

· vs. Texas Rangers (Seattle): 2-2

· vs. NYY (Seattle): 2-1

· en Texas Rangers: 2-1

De cumplirse esto, el 23 de septiembre se definiría el campeón del Oeste de la Americana en el Minute Maid Park de Houston. Esta serie podría no solo definir al campeón del Oeste, sino también marcar un punto decisivo en el futuro de los Mariners.

¡Esperemos que así sea y podamos disfrutar de un gran béisbol!